UN PASTEL DE BONIATO PARA ACCIóN DE GRACIAS

El pumpkin pie o pastel de calabaza es una de esas recetas famosísimas de la gastronomía estadounidense, y más concretamente, del día de Acción de Gracias. A mi es un plato que me encanta, porque su apariencia de pastel engaña: no es un postre -si buscabas eso, tenemos una con cobertura, otra de queso y una tercera con chocolate-, sino más bien una guarnición dulce-salada que se sirve al lado del pavo, o de cualquier principal que te apetezca preparar para la ocasión.

Dicho esto, el pastel de calabaza tiene un hermano que es, en mi opinión, incluso un poco mejor: el pastel de boniato. La calabaza en sí misma me parece un poco soseras, por muy buena que sea, y una vez cocida y horneada hay que añadirle especias para que el pastel diga algo. De hecho, los famosos cafés pumpkin pie spice -sabor pastel de calabaza-, tan famosos en otoño en ciertas cadenas, no suelen llevar calabaza sino canela, clavos, nuez moscada y jengibre. El boniato, por otro lado, tiene muchísimo sabor, por lo que podemos reducir dramáticamente la cantidad de especias -dejando algunas, que están muy ricas- y obtener un pastel cremoso, sabroso e intenso, una guarnición perfecta.

El pastel puede prepararse hasta con tres días de antelación y guardarlo a temperatura ambiente, envuelto en papel film sin sacarlo del molde. La masa de pastel americana puede complicarse un poco, porque lo que buscamos es añadir la menor cantidad posible de agua para que se genere poco gluten y después quede crujiente, pero tierna, por eso el agua se añade poco a poco. Mi consejo es que lo hagas cucharada a cucharada, pero no te agobies: si necesitas añadir un poquito más de agua porque la masa no se forma ni a tiros, hazlo, estará buena igual.

Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a [email protected]. También puedes seguir a El Comidista en TikTok, Instagram, X, Facebook o Youtube.

2023-11-18T05:14:47Z dg43tfdfdgfd