CRUDAIOLA: LA PASTA FRíA QUE NO ES LA TíPICA ENSALADA

¿Cómo? ¿Otra receta de ensalada de pasta? No, técnicamente esta no es una ensalada de pasta: no enfriamos la pasta después de cocerla y no hay un tiempo de reposo. Sin embargo, los ingredientes sí son los de la clásica ensalada de pasta veraniega italiana, que allí se suele llamar simplemente pasta fredda: pasta fría.

En una ensalada de pasta clásica la pasta se enfría o rápidamente debajo del grifo, para ser luego secada, o escurriéndola un par de minutos antes de que esté al dente y dejándola enfriar encima de un trapo. Solo una vez que la pasta está fría se mezcla con el aliño, y necesita un poco de reposo en nevera para que todos los sabores se amalgamen. Es un plato perfecto para hacer con antelación y llevar a la playa, a un picnic o a una cena de verano.

En el caso de la crudaiola la mágica tríada tomate-mozzarella-albahaca se incorpora a la pasta caliente, generando sabores y texturas distintas. La pasta quedará aliñada por el jugo del tomate, la mozzarella se fundirá muy ligeramente al contacto con la pasta caliente, y la albahaca soltará algo más de aroma. La ventaja de esta receta está, sobre todo, en su rapidez: mientras hierve el agua y se cuece la pasta tendremos el tiempo de cortar el queso y el tomate. El resultado final será una pasta templada, ya que los ingredientes crudo bajan la temperatura de la pasta. Rapidez y frescor, todos salimos ganando.

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