Lo primero que recomiendan los especialistas en nutrición antes de ir a dormir es una cena ligera. Para ello en la última comida del día podemos optar por proteínas, frutas, verduras o yogurt, que contribuirán a un sueño reparador. Unos vegetales cocidos que acompañen a un pescado o un pollo, serían la cena ideal. Sin embargo, aquí te dejamos otras opciones con los mejores alimentos para terminar el día:
Alcachofas: ricas en proteínas e hidratos de carbono. Con propiedades diuréticas y desintoxicantes a nivel hepático
Setas: contienen hierro, zinc y vitamina A. Poco calóricas y con alto contenido de agua
Calabaza y boniato: ricos en fibras y pobres en grasa
Berenjenas: diuréticas y digestivas y de fácil digestión
Zanahorias, acelgas, espinacas: ayudan a la eliminación de desechos favoreciendo la disminución de impurezas en la piel. Proporcionan vitamina A, esencial para el cabello, uñas, y piel
Luego de cenar, la idea es que tarde o temprano nos vayamos a la cama a descansar, por lo que el cuerpo no va a estar activo como cuando hacemos ejercicio, sino por el contrario, va a entrar en un estado de reposo. Por eso, para ese momento del día especialmente, es mejor elegir alimentos que no sean pesados.