TRAGOS TIKI: EL SABOR HAWAIANO PARA DESPEDIRSE DEL VERANO

“La cultura tiki, que refiere a grandes estatuas sagradas con forma humana, surgió en las islas de la Polinesia, y se expandió por el Pacífico hacia Nueva Zelanda, Hawaii y Estados Unidos. La coctelería tiki tiene una identidad propia y destacada: revalorizó el ron que era considerado una bebida sin encanto y lo combinó con almíbares saborizados y jugos de fruta fresca, especias. Lo dulce, lo colorido, lo exótico y los tragos que literalmente se prenden fuego son sellos famosos de esta tradición”, da a conocer Ludovico De Biaggi, que dirige “Oh’No! Lulu!”, uno de los principales pubs estilo tiki de Buenos Aires.

En ese aspecto, la bartender Caro Fortuna, especialista en coctelería tiki, explica: "Es un movimiento gastronómico conceptual y tiene características muy marcadas. Dentro de las recetas vamos a encontrarnos con un mismo destilado preferido que es el ron. Distintos tipos de rones, el jamaiquino, los rones añejos con toque de madera y especiado, también almíbares de canela. Vamos a encontrar recetas mas complejas, leche de coco y jugos de frutas”.

“Años después de su comienzo, la coctelería tiki tiene más de 70 años, empieza a implementarse distintos tipos de vajillas. Puede ser cocos o los vasos tikis. Los recipientes son representaciones de las estatuas que se hacían en las tribus en homenaje a los dioses de la procreación de la naturaleza. A mí me gusta recomendar cocteles que la gente pueda reproducir en sus casas. Que se adecuen a la coctelería hogareña”, sugiere la especialista.

Dark Stormy, Mai Thai y Zombie son los señalados por Caro Fortuna, que aclara: “Los primeros bartenders eran muy celosos de sus recetas. Se decía que ellos se escondían para que no vean como lo preparaban, por eso había muchas variantes de estos cocteles. El dark Stormy lo recomiendo por fresco y el Mai Thai porque contiene amaretto y le da un toque de frutos secos. La coctelería tiki se requiere coleccionar rones, preparar sus propios almibares y conseguir frutas tropicales”.

Existen locales especializados en ese tipo de tragos. Desde su apertura en 2019, “Oh’No! Lulu!” es fiel a esta vertiente y sirve sus cócteles insignia en “tiki mugs” que son vasos de cerámica especiales con formas representativas (tiburones, calaveras y más). El bar tiene sus puertas abiertas para recibir a los visitantes que buscan un paraíso tropical en Buenos Aires. La ambientación y estilo del lugar, que tiene como centro un tótem enorme a modo de hogar a leña fake, es la perdición para los amantes de las fotos y de Instagram.

La propuesta gastronómica de “Oh’No! Lulu” sorprende porque incluye especialidades de la cocina hawaiana con toques asiáticos e internacionales, elaboradas por una cocina de calidad: Flor De Cebolla, Alitas Hawaianas, Spring Rolls, Pechito De Cerdo Laqueado, Pad Thai, varios pokes. Los que quieran probar un poco de todo podrán pedir el Pupu Platter –receta tradicional de la cocina hawaiana- que incluye una selección de appetizers.

Durante los miércoles del mes de marzo, ¡Oh No! Lulu presenta el ciclo “Ladies in Red”, que recibirá a cuatro bartenders invitadas que tomarán la barra junto a Campari: Agostina Elena (Sofá Bar), Mélany Marcati (Florería Atlántico), Luli Calichio (3 Monos) y China Portela (La Uat). Será a partir de las 20 hs y habrá DJs invitados. El local se encuentra en Araoz 1019, Palermo.

El libro “Tiki en español” de Martin Tummino es la publicación en castellano especializada en coctelería y la cultura gastronómica en la Polinesia. Allí se puede observar elementos curiosos como el swizzles para la preparación de los tragos. “Se dice que el primer bar Tiki se abrió en 1934, luego de caída la Ley Seca en California. También atrae el montaje de la ambientación y lo escenográfico , con un revival kitsh hawaiano”, afirma la experta en cocteleria de la Polinesia.

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